GS Materials investigó la posibilidad de instalar una nueva planta de lavado pues su planta existente, de más de 40 años de antigüedad, no procesaba los terrones de arcilla en el material ni recuperaba la arena fina del material de desecho. La compañía llegó a la conclusión de que la planta de lavado ya no era eficiente.
Los requisitos de producción eran la elaboración de 200 toneladas por hora de arena para hormigón, un límite superior de tamaño menor de 1cm y menor del 3% por debajo para una malla de 74 micrones para elaborar arena para campos de golf (de acuerdo con normas de la USPGA), una arena para albañilería y 40 toneladas por hora de áridos divididos en tres tamaños diferentes.